El sector bancario en España se enfrenta a una paradoja: si la eficiencia operativa impulsa a las entidades a racionalizar la red de oficinas, su valor de servicio les exige estar cerca de sus clientes, dondequiera que los necesiten.
Parece una encrucijada entre fidelización y rentabilidad, pero ¿es posible lograr una sin la otra?
Presencia bancaria: del modelo fijo a la red inteligente
La solución no está en abrir o cerrar oficinas, sino en garantizar la presencia bancaria. Para ello, es necesario redefinir lo que significa estar presente hoy: ofrecer acceso real y contextualizado, no solo a la operativa digital, sino también a asesoría humana y disponibilidad de efectivo.
Esto requiere una estrategia de digitalización bancaria basada en un modelo híbrido. Un enfoque donde las oficinas tradicionales se complementan con terminales de autoservicio distribuidos de forma estratégica.
Infraestructura bancaria flexible y conectada
En 2025, este modelo híbrido se articula combinando grandes oficinas, espacios de atención personalizada y soluciones como el kiosko de autoservicio, que funcionan como microsucursales inteligentes.
Gracias a tecnologías como el machine learning, el análisis de datos y el uso de herramientas de IA, las entidades pueden planificar y adaptar su red a las verdaderas necesidades de cada territorio.
La sucursal digital ya no es una opción secundaria, sino parte esencial de esta transformación. Permite una cobertura más amplia, con menos coste y mayor flexibilidad, lo que mejora notablemente la eficiencia en servicios financieros.
Bank4Me y la evolución hacia la sucursal digital modular
Soluciones como Bank4Me de Auriga demuestran que la presencia física ya no depende de un edificio. Puede concentrarse en un punto de acceso inteligente: un kiosko de autoservicio o un cajero inteligente.
Estas unidades pueden instalarse de forma autónoma o compartida, en centros comerciales, estaciones, oficinas públicas o incluso integradas en empresas privadas. Se despliegan temporal o permanentemente, en función de los patrones de uso detectados.
Así se configura una red dinámica, donde cada punto de contacto —ya sea físico o digital— actúa como un nodo gestionado centralmente, pero operativo según el contexto local.
Tecnología inteligente y eficiencia operativa
Soluciones complementarias como WWS Cash Management permiten:
- Monitorizar el uso de cajeros automáticos;
- Controlar la carga de efectivo y detectar incidencias técnicas;
- Prever picos de actividad según eventos o climatología.
Esta integración tecnológica impulsa la eficiencia operativa y optimiza los recursos, reforzando la sostenibilidad del servicio.
Banca contextual y experiencia omnicanal del cliente
Este modelo habilita una banca contextual, donde la experiencia del cliente en la banca no solo es omnicanal, sino también predictiva y adaptativa.
La clave es ofrecer una experiencia omnicanal del cliente sin fricciones, fluida y coherente entre todos los canales: desde una app móvil hasta un cajero inteligente o una videollamada con un asesor.
A través de un análisis avanzado de datos, apoyado en la inteligencia artificial en la banca, el sistema puede interpretar el comportamiento del cliente y anticipar sus necesidades. Esto permite actuar de forma proactiva, personalizada y continua.
Transformación bancaria: innovación y resiliencia
El modelo híbrido y contextual no representa solo un cambio técnico, sino una estrategia evolutiva. Es una forma de aportar resiliencia, agilidad y compromiso, que permitirá a las entidades no solo sobrevivir, sino seguir siendo relevantes en un entorno cambiante.
Conectar eficazmente el mundo físico y digital permite a las entidades ser más ágiles, resilientes y centradas en las personas. El objetivo es construir una banca más humana, más eficiente y alineada con la vida real de cada cliente.
Auriga no solo ofrece la tecnología para lograr esta transición. También acompaña a sus clientes en el diseño, la implementación y el escalado de cada solución, como parte de una verdadera estrategia de digitalización bancaria.