El sector bancario afronta 2026 en plena transformación. Este cambio avanza en dos direcciones aparentemente opuestas pero profundamente conectadas: una mayor complejidad tecnológica y una demanda creciente por parte del usuario de simplicidad y rapidez.
Mientras las entidades sustituyen sucursales por sistemas de autoservicio más completos y automatizados, los clientes esperan operar sin fricciones, con respuestas inmediatas y una experiencia cada vez más digital. Todo ello, con un objetivo innegociable: mantener la rentabilidad del negocio en un entorno competitivo y de riesgos crecientes.
Desde Auriga, hemos identificado los principales retos del sector bancario español que marcarán el camino en 2026.
Hacia un modelo sostenible para el efectivo
El efectivo continúa siendo un servicio esencial para millones de personas. Sin embargo, su gestión se ha vuelto cada vez más costosa. Por ello, la eficiencia operativa será clave en 2026.
Experiencias como la de los Países Bajos, donde los principales bancos unificaron la gestión del efectivo en un sistema común, muestran un camino posible. La intervención regulatoria será crítica para evitar que el sistema colapse por falta de sostenibilidad económica.
¿Y qué ocurre con las monedas? Su uso también ha caído radicalmente, pero el sector sigue acumulando grandes volúmenes que necesitan procesarse. Gestionarlas exige máquinas voluminosas, ruidosas y costosas. Reducir su manejo será un objetivo prioritario para racionalizar los costes del efectivo en los próximos años.
Tarjetas físicas vs. contactless, un estándar pendiente
Muchos clientes ya quieren operar en cajeros sin tarjeta física, utilizando móviles, tarjetas virtuales o credenciales digitales. Aunque la demanda es clara, aún no existe un estándar unificado a nivel global que permita avanzar con total garantía. Cuando ese estándar llegue, las entidades necesitarán tiempo para integrarlo, evaluar riesgos, adaptar sistemas y garantizar una experiencia de usuario fluida. Se trata de un avance inevitable, pero que requerirá coordinación, inversión y visión estratégica.
Modernización tecnológica sin interrupciones
El problema de los sistemas legacy continúa siendo uno de los grandes lastres del sector. Muchas organizaciones dependen de plataformas heredadas difíciles de actualizar, pero imprescindibles para su operativa diaria.
La migración hacia arquitecturas cloud, APIs abiertas y sistemas compuestos será prioritaria, aunque implica un desafío complejo: modernizar sin comprometer la actividad, garantizar la integridad del dato y controlar los costes de transición.
A ello se suma la necesidad de mantener en funcionamiento parques de cajeros automáticos con décadas de antigüedad. Los usuarios no toleran esperas: si la máquina tarda más de 10 o 15 segundos en responder, la confianza se pierde. Actualizar o sustituir estos sistemas sin interrumpir el servicio es, por tanto, una tarea crítica.
IA: del piloto a la escala real
La inteligencia artificial ya ha demostrado su potencial para mejorar ingresos, eficiencia operativa y experiencia de cliente. Pero escalarla implica retos importantes:
- gobernanza del dato
- cumplimiento regulatorio (como el AI Act europeo)
- ciberseguridad
- eliminación de sesgos
- protección de datos sensibles
Las entidades deberán avanzar con una estrategia clara que combine innovación y responsabilidad.
Ciberseguridad en un entorno cada vez más complejo
El sector financiero es el más atacado del mundo. La digitalización y la multiplicación de proveedores cloud y fintech amplían las superficies de ataque. Entre los riesgos más relevantes para la ciberseguridad bancaria destacan ransomware, fraudes potenciados por IA y ataques a infraestructuras críticas.
Paralelamente, Europa está impulsando marcos estrictos en pagos, identidad digital y ciberseguridad. Para la seguridad financiera esto se traduce en reforzar controles, mejorar la gobernanza del dato y garantizar la resiliencia operativa ante cualquier amenaza.
Sostenibilidad: del informe a la acción
Europa exige métricas rigurosas y verificables. Las entidades financieras deberán identificar y mitigar riesgos climáticos, tanto internos como de sus clientes, y adaptar sus servicios financieros para apoyar la transición energética sin incrementar la morosidad.
Auriga, aliado estratégico en la transformación del sector
En Auriga siempre nos hemos enfocado en ayudar a nuestros clientes, los bancos, a alcanzar la excelencia operativa. Y por supuesto hacerlo sin perder de vista retos como la reducción de costes, la mejora de la fiabilidad de sus sistemas la mejora de la experiencia del cliente. Nuestras soluciones ya están preparadas y actualizadas para abordar el futuro de la banca con confianza y agilidad.

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